Trabajo enfocado en el cuerpo
Más salud en la oficina: Trabajo enfocado en el cuerpo
Son muchos los que cometen un grave error y siguen creyendo que el espacio de trabajo en la oficina no requiere más que un escritorio, una silla y un ordenador. Numerosos estudios e investigaciones han demostrado con claridad que un concepto bien elaborado para la oficina genera un aumento significativo en el rendimiento laboral, reduce de manera drástica las ausencias por enfermedad y mejora considerablemente la sensación de satisfacción de los empleados. Dentro de este marco hay varias buenas estrategias: una de ellas es el método del "Trabajo enfocado en el cuerpo".
Bienestar en el trabajo de oficina
El "Trabajo enfocado en el cuerpo" (KA), por sus siglas en alemán) describe un método cuyo diseño se ajusta a los diferentes requisitos y necesidades existentes en los puestos de trabajo de oficina con pantallas.
La necesidad natural de movimiento, equilibrio y alternancia no ha cambiado en las últimas décadas. Sin embargo, debido a las mejoras alcanzadas en materia de software y hardware, el movimiento suele tornarse superfluo.
El método KA contribuye a aumentar la consciencia sobre el cuerpo en el lugar de trabajo y demuestra que la prevención conjunta relacionada con el comportamiento y las condiciones aumenta la salud. Surgen así espacios laborales en los que se puede trabajar con una alta concentración y, al mismo tiempo, con una postura adecuada para la espalda. El objetivo consiste en preservar la salud a pesar de la carga permanente.
Tres pasos hacia el "Trabajo enfocado en el cuerpo"
Para poner en práctica el concepto, se requieren tres pasos:
- 1. Realizar un análisis del espacio de trabajo, en el que se determinen las medidas y valores del lugar, de los muebles y de la persona que trabaja allí.
- 2. Disponer y configurar posibilidades técnicas de muebles, periféricos de entrada y programas informáticos en función de las proporciones individuales del cuerpo.
- 3. Activar la sensibilidad profunda en relación con la actividad ejercida (ver abajo).
5 elementos para una oficina saludable
Una vez realizados los 3 pasos mencionados, se procede a la puesta en práctica. En este caso hay 5 elementos que convierten una oficina convencional en un lugar de trabajo muy eficiente, saludable y adecuado para el cuidado de la espalda.
1. Brazo flexible del monitor
Debe existir la posibilidad de optimizar el centrado, la distancia y la inclinación con respecto al eje visual según la postura corporal y la tarea específica. Esto evita la molestia de tener que mirar a un lado y a otro o de verse obligado a forzar la vista. La pantalla puede adaptarse de manera flexible a la respectiva tarea de trabajo. Además, durante una conversación con personas de pie, el monitor puede utilizarse espontáneamente como superficie de proyección.
2. Pupitre
Con pupitres —muchas veces denominados atriles— y con la ayuda de un soporte adecuado, los documentos en papel pueden disponerse entre el monitor y el teclado, de forma tal que se sitúen en el eje de visión y siempre sean fácilmente legibles. Dado que ya no es necesario girar la cabeza, desaparecen las contracturas y otros problemas de salud existentes en la zona del cuello y de los hombros.
Lo ideal es contar con pupitres y atriles cuyo ángulo de inclinación permita un ajuste flexible sin uniones atornilladas y que no necesiten recurrir a dispositivos técnicos adicionales.
3. Teclado y ratón
De acuerdo con las investigaciones, es muy importante que durante el uso del teclado las manos no se curven hacia dentro. También resulta fundamental que exista la posibilidad de variar la distancia entre las manos al escribir. Lo ideal es contar con un teclado que permita adoptar posturas individuales, tanto para quienes utilizan los diez dedos como para los que escriben sólo con dos.
El ratón ideal es el denominado Rollermouse, que se sitúa en posición central debajo del teclado. De este modo los periféricos de entrada permanecen en el centro del trabajo y en el eje visual, por lo que disminuye el riesgo de que se produzcan contracturas musculares en el cuello.
El teclado y el ratón deben ajustarse a las necesidades de cada persona. Si no hay un Rollermouse disponible, se debe recurrir a un teclado lo más delgado posible con bloque numérico separado. Cuanto más pueda acercarse un ratón ergonómico al teclado, menor será la carga para la musculatura del cuello.
4. Apoyo acoplable al escritorio
Si las tareas de la oficina obligan a utilizar más el correo electrónico que el teléfono, puede ser conveniente sustituir el reposabrazos de la silla por un apoyo acoplable al escritorio, que reduce claramente las contracturas en la musculatura de hombros y cuello, y combate las posturas desfavorables de las manos al escribir y al utilizar el ratón. Este elemento puede fijarse de manera fácil y segura al escritorio y no debe generar puntos de presión.
5. De pie en movimiento
Más allá del carácter ergonómico de una silla de oficina, es muy importante alternar frecuentemente la posición entre estar sentado y de pie para preservar la salud de la espalda. Los escritorios y otros muebles de oficina con altura regulable tienen esto en cuenta desde hace tiempo.
No obstante, en la mayor medida posible, las actividades que se realizan de pie deben ser dinámicas. En estos casos se pueden lograr impulsos adicionales de movimiento mediante una plataforma de activación de pies y piernas: se trata de una placa de curvatura convexa, que se apoya sobre el suelo y permite balancearse hacia ambos lados.
La estructura esquelética posibilita una torsión apta para realizar movimientos mientras se está de pie. El balanceo es tan intenso que genera una exigencia desde la planta del pie hasta la musculatura del cuello y, al mismo tiempo, es tan limitado que permite seguir trabajando con un alto nivel de concentración.
Los ejercicios efectuados de pie sobre la plataforma de activación trabajan músculos profundos, precisamente aquellos responsables de que podamos ir erguidos por la vida. Cuanto más frecuente sea su activación, más raramente aparecerán los dolores de espalda.
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