La oficina activa: para no permanecer tanto tiempo sentados

Científicos de la Universidad de Queensland (Australia) realizaron una investigación con 4.700 personas que desarrollan su trabajo frente al escritorio y analizaron detalladamente sus hábitos de movimiento. ¿Cuál fue el resultado?: Cuanto más tiempo permanece alguien sentado de manera ininterrumpida frente al escritorio, mayor es el riesgo de que sufra enfermedades cardiovasculares. En aquellos sujetos que se ponían de pie y entraban en movimiento con más frecuencia, pudieron observarse valores sanguíneos mucho mejores. Además, esas personas eran más delgadas y más sanas en general. Porque un mayor movimiento en el puesto de trabajo no solo mejora todo el metabolismo, las articulaciones y la densidad ósea, sino que también contribuye a evitar enfermedades de la civilización, como la diabetes tipo 2. Ya es hora entonces de pensar en una oficina activa.

Mayor rendimiento físico y mental

La oficina activa no solo es buena para el corazón y los vasos sanguíneos. De acuerdo con hallazgos de investigadores españoles, también aumenta claramente el rendimiento físico y mental, y significa un beneficio para el psiquismo. Porque si alguien pasa sentado más de 42 horas por semana, su riesgo de padecer enfermedades mentales es un 31% mayor.

Para lograr una oficina activa, es necesario que los puestos de trabajo ofrezcan condiciones que permitan a los empleados moverse más. En este contexto, los expertos hablan de "estímulos extrínsecos", es decir, de un cambio producido en las condiciones y el comportamiento a partir de una influencia externa positiva. Dichos estímulos deben conducir a cambios complejos y espontáneos en la posición como parte integral del trabajo cotidiano.

Espacio de movimiento en vez de puesto de trabajo

Cabe pensar que el escritorio y la silla no resultan suficientes. Mucho mejor es un espacio de movimiento. Por ejemplo, dos superficies de trabajo que pueden ajustarse en altura en paralelo, con una superficie de trabajo colocada unos 38 cm más arriba. Así, una superficie de trabajo está pensada para estar sentado y la otra para realizar actividades de pie. Esto elimina la necesidad de realizar ajustes frecuentes o sólo requiere una mínima puesta a punto, que puede ser realizada por igual por ambas superficies de trabajo. Las superficies de trabajo son ligeramente más pequeñas que un escritorio normal. Algunos podrían pensar que es muy poco espacio, pero ambas superficies forman un puesto de trabajo. Con esa disposición no falta espacio.

El escritorio ya no se utiliza como un estante. Sus superficies de trabajo más pequeñas se destinan únicamente al proyecto en curso y distribuyen la tarea de forma equitativa: la pantalla y el teclado están presentes en ambas y se mantienen conectados, lo que permite alternar continuamente. Las superficies de trabajo deben formar un ligero ángulo adecuado entre ellas, a fin de facilitar al máximo el cambio entre posición sentada y de pie.

De pie y en movimiento: de forma natural, activa y relajada

Sin embargo, estar de pie durante mucho tiempo sobre suelos duros es tan poco saludable como estar sentado durante ese tiempo. Es por ello que vale la pena considerar el uso de una alfombrilla especial (por ejemplo, las que presentan estructuras 3D integradas y un recubrimiento elástico). Estas alfombrillas imitan la blandura del suelo del bosque y generan una activación sensoriomotora, es decir, la interacción entre los músculos y el sistema nervioso. Surge así un efecto positivo, que permite trabajar de pie durante mucho más tiempo, de forma más sana y sin fatigarse tanto.

Se activan tanto los pies como los músculos y las venas en las extremidades inferiores. Además, hay que equilibrar un poco el cuerpo de manera inconsciente, lo que constituye un excelente entrenamiento para nuestro sistema vestibular (equilibrio) y aumenta la atención.

Estar sentado en movimiento

Las sillas de oficina activas y los asientos activos demuestran que el hecho de estar sentado no implica renunciar al movimiento. Con sus movimientos multidimensionales (hacia los costados, hacia delante, hacia atrás y en sentido vertical), se pueden realizar cambios de posición constantes y casi imperceptibles. El asiento móvil lleva al cuerpo a ejecutar mínimos movimientos de equilibrio, con los cuales se ven estimulados precisamente los grupos musculares que son importantes para la estabilización de la columna vertebral.

No obstante, no es necesario pasar directamente de estar de pie a estar sentado. Las personas que prefieren trabajar de pie pueden recurrir, por ejemplo, a un asiento para posición semisentada. Es importante que estos muebles también permitan realizar movimientos multidimensionales y que puedan ajustarse en altura de forma individual. Una columna central ligeramente inclinada garantiza una postura erguida y alivia la carga ejercida sobre los discos intervertebrales. Al evitar una posición rígida y estimular un movimiento constante, estos asientos de tipo semisentado fortalecen al mismo tiempo la musculatura del tronco y de la espalda.

Pequeños ayudantes para aumentar el movimiento

Quienes necesiten un poco de motivación para moverse más en la oficina, pueden recurrir a la ayuda de rastreadores digitales. Los sensores registran el tiempo que se pasa sentado o de pie. Por ejemplo una pequeña lámpara sirve como recordatorio para cambiar de postura; se mantiene iluminada hasta que la persona adopta otra posición corporal. Desde luego, los intervalos pueden seleccionarse libremente o desactivarse, si se desea. Además, existe la posibilidad de evaluar y representar gráficamente las características del movimiento. Dicho análisis puede convertirse en un incentivo adicional para optimizar aún más el propio comportamiento.

Está permitido descansar

No debe subestimarse el efecto generado al cambiar la postura corporal en el puesto de trabajo y el consecuente cambio de tensión-relajación. El cambio de postura aumenta la creatividad. Es por ello que se ofrecen asientos en los que es posible sentarse, recostarse o incluso descansar: todo está permitido, siempre que lo que se haga promueva la regeneración. Y para los trabajos breves con un ordenador portátil, una tableta o un teléfono inteligente, así como para una reunión corta, pueden utilizarse asientos cómodos, similares al mobiliario de la sala de estar.

Un puesto de trabajo con pantalla saludable para la espalda y que estimula el movimiento debe mejorar el rendimiento físico y mental de los empleados que trabajan principalmente con ordenadores y dispositivos electrónicos y digitales. Debe fomentarse el cambio de postura durante el trabajo, ya que con esto se puede promover la salud de espalda y el bienestar.

Las condiciones coordinadas del puesto de trabajo (estímulos extrínsecos) deben permitir a los empleados diseñar sus rutinas de trabajo de tal manera que contengan el mayor movimiento posible. El movimiento debe ser una parte integral de cualquier puesto de trabajo con pantalla.

• Escritorio compuesto por dos superficies de trabajo que
  • se dividen en una superficie de trabajo para sentarse y otra para estar de pie
  • son de altura regulable o de altura regulable
  • tienen unas dimensiones aproximadas que se ajustan a las del DGUV, en función del mobiliario de asiento utilizado
  • permitir el uso simultáneo y práctico de ambas superficies.
• Incluye una alfombrilla activa para actividades de pie con el sello de calidad AGR
• Incluye una silla de oficina activa o silla activa con el sello de calidad AGR

• Sillas de pie/sentado con el sello de calidad AGR
• Sistema de medición (tracker) para el análisis del tiempo que se pasa sentado, de pie y en movimiento
• Asientos que sirven para el activación físico y mental

• active office desk
• aeris muvmat
• Silla de oficina activa: 3Dee con muelle básico o bien swopper WORK o silla activa swopper

• Apoyo muvman para estar de pie de forma activa y dinámica

 

Fabricantes

aeris GmbH
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